
Mi niño llora... busca alimento. Mis pechos están vacíos. Lamenta pulcro niño tu saciedad. Yo encontraré lo que tu buscas. Pongo en ti mis esperanzas y mis metas, una manzana alcanza para toda una civilización. He aquí en mis manos las respuestas a mis preguntas. Mil lágrimas cesarán ante un mordisco de la acuarela del creador. Dulce sueño te espera al otro lado del muro niño mío. Yo me entregaré a la tierra, sacrificando mi cuerpo y alma, sólo para tu sustento. Duerme, duerme plácidamente, que yo te alzaré en mis manos, te alzaré hasta que una cicatriz toque mi lamentado corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario