lunes, 28 de septiembre de 2009

Ausencia y olvido


Dulces sueños alimentan mi mente,
Sueños de una sola noche.
Aquella brisa matutina ya no simpatiza con mi cara,
Ya ni los pájaros me miran.
Sola y triste paso los días y las noches,
Aturdida de tanto silencio busco y no encuentro
Tu tibio aliento sofocando mi pálida piel.
Noche nueva, nuevos ojos.
Triste lamento olvidado bajo la penumbra de un sonido ausente.

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