Eso que el extraño dice...

Ansiada reconciliación de palabras,
Remordimiento concluido y sellado para siempre.
Temerosa reacción y coacción,
Absurda espera de lo inevitable.
Vivir mariposa, vivir…
Eso que el extraño llama vida.

Ten en cuenta que el camino
Es sólo un cuento corto,
Y pocos notan al narrador.
Vuela mariposa, vuela…
Eso que el extraño llama condición.

Toma un barco y vete volando,
Toma un avión y sumérgete en los colores,
Agarra tus pies y lánzalos a la ventisca…
Teme caer donde quieras caer…
Tus ojos nuevos… te reemplazo, ojos negros por verdes… aún siguen siendo oscuros… no importa!
Oportunidades al mundo…
Silencios ocupados…
Voces tenues… sonrisas de amor impío…
Shhhhh… sueño con no hablarte más… te tiro al abismo oscuro… te mimetizas en las sombras de mi subconsciente…
Me despido de tu camino… por fin… libertad!!
Mariposa de vuelos magnánimos… gigantes!!! Mil colores!

Entre palabras ancestrales....

Tomo tu mano en silencio,
Impactante momento,
Tomas mi mano en susurro,
Reconfortante situación.

Mis ojos lloran el tiempo frenado,
Tu corazón salta un abismo.
Mi estómago explota,
Guerra caliente.

Superstición aprobada de cual bruja,
Sentimiento arraigado,
Almas en silencio,
Momento de hadas.

La luna nos sonríe,
Carcajadas mágicas toman nuestros cabellos.
Vuelo semanal ancestral
Y una vulgaridad siniestra llena nuestros cuerpos.

Sol hirviente de mala reputación,
Tu salida divisoria de amantes
Maltrata amoríos nocturnos
Concluyendo con una burlona risa.

Sólo sé ser niña...

El dulce sabor de tu boca provoca mis deseos más profundos…
Sin pensarlo, arranco mi ropa gritando, expulsando así la leve imagen que aún permanece en mi absurdo pensar…
Niña soy, con amplias ilusiones de realidad; ni el sol ni la luna me planean un destino…
El turbio sabor de tu boca les ganó la mano, se les burló y les cantó…
Tan importante por fuera e insignificante por dentro…
Dulce venganza que se memoriza mis gestos, dime, pues, lo que la puerta de mi alma muestra…
Sólo una cosa te pido: interpreta bien la simbología… soy de tontas esperanzas…